Intel reveló al primer producto
oficial de MIC: Intel Xeon Phi. No es un procesador, sino un co-procesador en
una interfaz PCI Express.
La evolución del hardware llegó
a un punto en el cual ya no era práctico ir más “arriba” en frecuencia de
reloj, y la opción lógica fue optar por una postura “más ancha” con el
procesamiento paralelo. Aunque tampoco se puede agregar núcleos
discriminadamente y esperar un aumento mágico en el rendimiento, la
optimización para hilos múltiples es cada vez más importante. Los ordenadores
de escritorio ya pueden tener ocho núcleos. Los smartphones ofrecen cuatro.
¿Y qué hay de los servidores?.
El hardware en esos sistemas tiene una aplicación completamente diferente, pero
en esencia seguimos hablando de optimización y recursos. Cuando Intel dejó de
lado a Larrabee, muchos pensaron que el proyecto estaba acabado. De Larrabee
surgió la arquitectura MIC, y a partir de ella, el primer producto comercial:
Intel Xeon Phi.
No menos de cincuenta núcleos x86, y un rendimiento estimado en un petaflop de doble precisión.
Xeon Phi es una familia de co-procesadores con el objetivo de ofrecer una extensión de rendimiento a sistemas basados en procesadores Xeon con aplicaciones que hayan sido extremadamente optimizadas para procesamiento de hilos múltiples. De allí surge la enorme cantidad de núcleos que se podrán encontrar en un co-procesador Phi. Intel no ha entregado números exactos, pero se espera que sean 50 como mínimo, cada uno de ellos basado en una versión mejorada del clásico P54C que usábamos en Socket 7.
No menos de cincuenta núcleos x86, y un rendimiento estimado en un petaflop de doble precisión.
Xeon Phi es una familia de co-procesadores con el objetivo de ofrecer una extensión de rendimiento a sistemas basados en procesadores Xeon con aplicaciones que hayan sido extremadamente optimizadas para procesamiento de hilos múltiples. De allí surge la enorme cantidad de núcleos que se podrán encontrar en un co-procesador Phi. Intel no ha entregado números exactos, pero se espera que sean 50 como mínimo, cada uno de ellos basado en una versión mejorada del clásico P54C que usábamos en Socket 7.
No hay que dejarse engañar. Con
una fabricación de 22 nanómetros, los co-procesadores Xeon Phi apuntan a la
marca de un teraflop en doble precisión “real”, mientras que una tarjeta como la Radeon HD 7970 ofrece
una doble precisión teórica de 947 gigaflops.
A modo de comparación, Intel explica que el primer superordenador en alcanzar la marca de un petaflop lo logró en 1997. Necesitó más de nueve mil procesadores Intel de la época, y un total de 72 cabinas para servidores. Hoy, Intel ofrece el mismo rendimiento con su Xeon Phi en un tamaño similar al de una tarjeta gráfica con interfaz PCI Express.
A modo de comparación, Intel explica que el primer superordenador en alcanzar la marca de un petaflop lo logró en 1997. Necesitó más de nueve mil procesadores Intel de la época, y un total de 72 cabinas para servidores. Hoy, Intel ofrece el mismo rendimiento con su Xeon Phi en un tamaño similar al de una tarjeta gráfica con interfaz PCI Express.
El co-procesador contará con 8
GB de RAM GDDR5, y lo que es aún más impresionante es que cada co-procesador
tendrá su propio sistema operativo. En otras palabras, cada co-procesador será
un mini sistema basado en una forma integrada de Linux, lo que debería permitir
la creación de controladores más sencillos para conectarse con cada
co-procesador. Los Xeon Phi darán una dura pelea a las tarjetas Tesla de
Nvidia en el mercado de alto rendimiento, y si todo sale bien, las primeras
unidades aparecerán el año entrante.
Publicado por Daniel Maldonado
Publicado por Daniel Maldonado
Fuente | Neoteo
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