Wii U no llegará a las tiendas hasta el mes de noviembre como muy pronto, pero Nintendo ya está notando los efectos de la nueva generación en su hardware actual.
Afortunadamente para Satoru Iwata y la mesa directiva de Nintendo, la firma ha conseguido vender casi 2 millones de unidades de Nintendo 3DS, más de dos veces y media la cantidad comercializada durante el primer trimestre del pasado año, una cifra bastante más alentadora que viene acompañada de un incremento del 63% en la venta de juegos para el sistema portátil. A pesar de esto, el resto de plataformas de Nintendo han sufrido una penalización considerable debido a que muchos usuarios prefieren esperar a las nuevas máquinas que la compañía lanzará antes del final de 2012.
Las posibilidades de Nintendo de cara al resto del año pasan por administrar ese colchón que supone su última portátil 3D, y que puede acolcharse más gracias a la introducción de la nueva versión, Nintendo 3DS XL. Nintendo ha anunciado que a partir del 25 de julio Nintendo ya no perderá dinero con cada portátil vendida gracias a la reducción en los costes de producción, y en el comunicado también ha confirmado que su consola de próxima generación sigue programada para un lanzamiento “pre-navideño”.
Otra pista más para las grandes del videojuego que apunta a que la falta de nuevas consolas está realmente dañando a la industria, tal y como sostenía Yves Guillemot, CEO de Ubisoft, hace apenas unos días. Es plausible pensar que si esta tendencia se mantiene, tanto Microsoft como Sony tengan que replantearse sus planes para la nueva generación.
Publicado por Daniel Maldonado
Fuente | Gizmologia
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