Samsung presentó un dispositivo sobre el que ya había bastante rumores levantados a partir de un par de patentes y que por fin podemos confirmar, una cámara compacta con Android que permite la ejecución de aplicaciones y con conectividad total, tanto como WiFi como móvil con 3G y LTE.
En cuanto a cámaras con conectividad a internet Samsung tenía una breve experiencia en este sentido con la WB150F presentada hace unos meses y que vale casi como ensayo de lo que es la Galaxy Camera.
En cuanto a lo primero aunque no es sobresaliente y quizá sea un campo que merezca la pena analizar después de haberla probado de manera intensiva sobre el terreno y no en un stand atada a un cable de seguridad, la fluidez y el rendimiento parecen bastante buenos, o como mínimo aceptables. En cuanto al control a través de una interfaz que es táctil exclusivamente Samsung ha sabido dar en el clavo con algunas cosas y se ha dejado en el tintero otras cuantas.
Por ejemplo, el diseño de la misma hace que sea sencilla y fácil de utilizar pero en otros aspectos como la intuitividad y el encontrar “qué tipo de función necesito para este tipo de foto” fracasa miserablemente. Encontramos así cuatro modos de cámara, que van desde el más creativo al creativo casual pasando por el totalmente automático y el totalmente manual.
Afortunadamente los menús vienen acompañados de imágenes explicativas que permiten saber en todo momento para qué sirven o al menos en qué situaciones es buena idea utilizarlos y en qué situaciones no. Junto a todos estos modos también se incluyen directamente sobre la interfaz de la cámara mediante una flecha en la parte inferior unos filtros al más puro estilo Instagram que podremos utilizar en cualquier foto.
El resto de funciones se complementan con disparos en ráfaga, fotos HDR, de larga exposición, macros y otro gran grupo de prestaciones más. Cómo comentábamos una vez tenemos el menú enfrente podemos adivinar gracias a la descripción y la miniatura que lo acompaña para qué sirve exactamente pero a su vez no es fácil encontrarlas si lo que queremos es una función en concreto.
En las pruebas efectuadas sobre el terreno la Galaxy Camera parece poder con casi cualquier aplicación, desde un Angry Birds a un cliente de Twitter o incluso WhatsApp sin dar el más mínimo problema. La pantalla trasera es, exactamente igual que si tuviésemos un teléfono móvil con Android en la mano, podemos navegar, jugar y utilizarla cómo si de un smartphone de última generación se tratase.
Aunque la grabación de vídeo ha sido un aspecto minoritario, hay que reconocer que la calidad y el aspecto del mismo prometen bastante y el hecho de venir integrada en una interfaz así puede beneficiarlo bastante sobre todo desde el punto de vista creativo.
La Galaxy Camera es, en resumen, probablemente la primera de muchas que estamos por ver tanto de Samsung como de otras marcas y que llegarán en los primeros meses, Android ha llegado para quedarse en las cámaras y sólo nos queda esperar a ver si da tan buenos resultados como en los teléfonos móviles.
Publicado por Daniel Maldonado
Fuente | Gizmologia
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